PARENTESIS NOCTURNO|


 COAGULO 66 

Un crepusculo infesta mi alma con su nada
dejando un todo suicidado en mi espalda
con los pantalones a cuadros
rojos y negros
negros y rojos
cuadros perfectos del desengaño

Cuando en mis manos de yeso negro
baila el recuerdo de mil sombras
-inauditas y castradas-
de mi voz hecha suspiro
y mi suspiro hecho susurro
como oracion pedante al diablo
que me condena en el espejo.

Salen los muertos de mi vida
entre las comisuras de mi boca
salen reptando entre mis silencios
presurosos para poder volver a latir
al arrancarse los clavos oxidados del ombligo
que nunca los quizo ver nacer
antes que mi alma se tiña
de aquel ficticio amanecer.

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